La energía del plenilunio


Siempre se ha relacionado a la luna llena con la imaginación, las ilusiones, los sueños y la videncia. Por eso, muchos creen que su energía puede llevarnos a caer en excesos, a ver la realidad distorsionada, a vivir embustes, trampas y decepciones y a estar irritables. Aunque esto puede darse, en la mayoría de los casos el plenilunio aporta una energía de acción apasionada y muy positiva e invita a hacer realidad nuestros sueños a través de la magia.

La energía del plenilunio sirve para estos tres hechizos que te enseñamos, pero también es perfecta para cargar de energía amuletos y objetos como piedras y joyas o agua, que usaremos como refuerzo en los rituales.

Si la Luna llena no da a tu ventana o terraza directamente, puedes buscar un espejo y colocarlo de modo que se refleje en él la Luna y puedas redirigir su luz al objeto que quieras cargar  de energía lunar.

Para atraer un nuevo amor:

Necesitamos: 1 vela blanca, 7 tazas de infusión de ruda, 7 puñados de sal, 1 plato, cerillas, tijeras.

Así se hace: encendemos la vela, la fijamos al plato y nos colocamos con ella en un lugar donde dé la Luna llena. Mirando la llama, recordamos los miedos que arrastramos de amores pasados fallidos. Los visualizamos como sacos de arena que llevamos colgados y que nos vamos quitando de encima. En este punto pedimos que el destino nos traiga una nueva pareja y que la energía de la Luna llena nos ayude a tener la actitud positiva necesaria. Mientras la vela se consume a la luz de la Luna, nos damos un baño purificador, añadiendo al agua la sal y la infusión de ruda. Reservamos un poco de sal para frotarnos mientras imaginamos que con ella se va todo nuestro pesimismo o mala fortuna en el amor. Al final, antes de que se acabe la llama de la vela, nos cortamos un pequeño mechón de pelo, lo quemamos y lo enterramos.

Para inundar tu hogar de estabilidad y fortuna

Necesitamos: 3 velas: roja (amor), verde (salud), amarilla (riqueza), ?250 g de azúcar, 1 plato, cerillas.

Así se hace: con una cerilla quemas la base de las velas, las fijas al plato formando un triángulo y las enciendes. Ve pidiendo tus deseos de estabilidad y fortuna para ti y los tuyos, y con cada uno echa un pellizco de azúcar sobre la llama de la vela que corresponda (amor, salud, dinero...). Retira el azúcar que haya caído al plato y resérvalo. Mientras las velas se consumen, escribe en un papel todos los deseos de protección y de estabilidad que quieras para tu hogar y déjalos a la luz de la Luna llena toda la noche. Por la mañana, quémalos y recoge las cenizas. El paso final del ritual consiste en calentar en un cazo el azúcar reservado, la cera de las velas y las cenizas. Extiende esta mezcla en un plato y deja que se enfríe. Finalmente, córtalo en trocitos que repartirás por toda la casa o llevarás encima, a modo de amuleto.

Para recuperar una ilusión

Necesitamos: 1 vela blanca, unas gotas de aceite de oliva, lápiz y papel.

Así se hace: nos colocamos cerca de una ventana en la que dé la luz de la Luna llena o salimos al jardín. Cogemos la vela y escribimos en ella -con la ayuda de una aguja o un cuchillo- esa ilusión perdida (un amor, un sueño...). Luego, la untamos con el aceite de oliva. Dejamos la vela encendida a la luz de la Luna toda la noche, hasta que se consuma. Recogemos la cera y la envolvemos en un papel haciendo un paquetito, que cerraremos con un lazo rojo y llevaremos como amuleto.




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