La meditación de la Luna.




Repítalo cada tres días, para incrementar su confianza, obtener energía y allanar los inconvenientes del entorno:

· Concéntrese en su respiración, con los ojos cerrados.

· Visualice una luz sobre su cabeza.

· Vea como esta luz se va expandiendo sobre su cara, sus hombros, su pecho, donde se concentra y le da tibieza y energía.

· Sienta como esta luz penetra en su pecho y recorre todo su interior a través de la circulación de la sangre.

· Se desliza por la pelvis, las piernas, llega hasta los pies.

· Todo su interior físico se ha cargado de luz y energía que poco a poco invade los canales espirituales a través del interior y del exterior de su cuerpo.

· Ahora visualice un desierto. Usted está parado en medio de éste justo en el momento que el sol se oculta en el horizonte y da lugar a un cielo brillante de luna que parece llenarlo con su luz.

· Véase absorber la luz de esa luna perfecta.

· Aparece un caballo blanco y fuerte, que se permite montar por usted y la lleva hacia esa luna.

· Aparece un pueblo dormido, donde usted se baja del caballo, y sigue caminando solo hasta que aparece una mujer.

· Es una anciana que suavemente le entrega una medalla dónde se destaca de un lado la figura de la luna, y del otro lado la figura del caballo encabritado y poderoso

· Guarde la medalla y siga caminando hasta salir del pueblo.

· Llegará en breve a una playa, que recorre hasta la orilla del mar.

· Entre a ese mar transparente hasta que el agua llegue a su cintura. Sentirá el calor de la medalla. Verá el fondo del mar y la luna en el cielo alumbrando su camino. Respire hondo y sumérjase en ese mar. Sienta nuevamente el calor de la medalla y comience a volver, con la energía del mar, de la luna, del caballo, de la luz dentro y fuera de su cuerpo y la imagen de la medalla.

· Respire muy hondo tres veces y abra lentamente sus ojos.

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