LOS COLORES DE LAS VELAS Y SU USO EN LA SALUD.

                Foto Bajada de Printerest 
Blanco: Los efectos benéficos de la vela blanca se relacionan, como se ha comentado anteriormente, con todos los órganos que intervienen en el proceso de gestación y de maternidad, por tanto son los senos y los respectivos órganos reproductores los más beneficiados. Por otra parte, la capacidad purificadora se extiende también a los sistemas linfático y nervioso. El color blanco ayuda a las madres en período de lactancia, ayuda a un rápido restablecimiento de las fracturas de huesos y alivia el dolor de muelas.

Rojo: La energía de la vela roja abarca todo el organismo, aunque cabe destacar la protección que ejerce sobre los órganos sexuales, aparato excretor y cabeza. Para la celebración de ceremonias de fertilidad y tratar anemias, leucemias y parálisis, lo más indicado es encender una vela roja. 

Rosada: Las velas de color rosa protegen los órganos sexuales (preferentemente los femeninos) de infecciones, especialmente las de transmisión sexual, así como la piel; regulan las funciones orgánicas y ayudan a solucionar problemas psicológicos.
Al encender una vela de color rosa se ayuda en el tratamiento de la ansiedad, la depresión, los problemas cardíacos, renales y auditivos. 

Verde: La vela verde ha sido considerada desde hace décadas un catalizador universal para la sanación de cualquier aflicción, además de la protección que ejerce la vela verde se concentra en las partes más frágiles del ser humano así como en su constitución ósea, por lo que lo protege de caídas, roturas de huesos, fracturas, etc. La vela de color verde también es utilizada para incrementar la fertilidad y los problemas renales. 

Azul: Las velas azules protegen todos los órganos de fonación (cuerdas vocales, laringe, faringe, garganta) así como la parte posterior del cráneo (nuca) y las vértebras cervicales. Además de ejercer su influencia en las cuestiones amorosas, también protegen al organismo de infecciones, especialmente las relacionadas con las enfermedades de transmisión sexual. Los rituales que se realizan con velas de color azul sirven para reducir el estrés, curar infecciones, quemaduras, diarrea y fiebre.

Amarillo: La vela amarilla actúa de forma positiva sobre el sistema nervioso y el aparato respiratorio, ayuda a desarrollar las capacidades intelectuales y a establecer con facilidad relaciones sociales.

Morada: La vela púrpura o morada protege numerosos órganos del cuerpo, sobre todo el hígado y el páncreas, pero también la circulación sanguínea y la piel. Ayuda a evitar la dependencia de las drogas y protege de situaciones extremadamente delicadas. A parte de las propiedades del color a nivel transmutador se usa sobre las enfermedades psicosomáticas.

Negra: Los efectos benéficos de la vela negra se relacionan con la capacidad purificadora de los sistemas linfático, nervioso y excretor del ser humano.

Dorado: La vela dorada protege todo el organismo en general, si bien su efecto es más acusado en las vías biliares, hígado y páncreas; también en los ojos y alrededor de la cabeza, puesto que es la zona donde se representa el aura de las personas.

Plateado: Los efectos benéficos de la vela plateada se relacionan con la capacidad purificadora de los sistemas linfático y nervioso.

Naranja: Como fuente de energía total, la vela naranja proporciona fuerza y energía vital a todo el organismo y concretamente a los órganos principales del mismo como el corazón, la columna vertebral, la cabeza y el aparato reproductor.

Marrón: Los pies y las extremidades inferiores son las partes del cuerpo más protegidas por los efectos benéficos de la vela marrón, así como los órganos genitales, pues no hay que olvidar que también simboliza la fertilidad.

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