LA AUTOESTIMA: NUESTRO EQUIPAJE DE NACIMIENTO
A menudo somos demasiado exigentes con nosotros mismos; somos demasiado severos. Cuando nuestra autoestima es más alta empezamos a aceptarnos tal y como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes. ¿Cómo podemos mejorar la autoestima?
Nacemos conscientes de nuestra perfección innata y sintiéndonos merecedores de todo lo bueno. Nuestra autoestima está intacta. Después, empezamos a escuchar a los adultos que nos rodean y a grabar sus propios mensajes negativos en nuestro propio disco mental aun virgen de toda negatividad o falsa creencia alguna. Porque los amamos los consideramos y sin condiciones damos por hecho, en el principio de nuestra vida, que ellos tienen el monopolio de la verdad. Así empieza a menguar nuestra autoestima.
Ahora, comenzamos a negar nuestra propia magnificencia, renunciamos a nuestra autoestima. Aprendemos a sentirnos confusos con la vida y con nosotros mismos considerando, más que las nuestras, las reacciones de los adultos que nos rodean y enseñan. Es decir, si hemos vivido con personas desdichadas, coléricas, asustadizas, críticas, con sentimiento de culpa, y baja autoestima habremos escuchado y aprendido cosas negativas sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la vida.
La base de todo problema, malestar, sensación de no merecer lo bueno… es siempre la falta de amor por uno mismo (autoestima), el olvido de nuestra auténtica identidad, el rechazo inculcado de nuestro propio yo. De ahí en adelante, nos es muy difícil aceptarnos, pues llevamos dentro esas informaciones ajenas sobre quienes somos. Empezamos a creer en supuestos defectos, creencias que nos hacen caer poco a poco, en la imposibilidad de amarnos y aceptarnos tal como somos. Nuestra autoestima sigue menguando. A cada instante nos exigimos ser o alcanzar lo perfecto y si no lo conseguimos, nos auto-prohibimos el sentirnos felices y a gusto.
Pero ¿y quién a dicho que debamos de ser perfectos? ¿Acaso conoces a alguien perfecto?
El trabajo de recuperación de la autoestima, no es ni más ni menos que un proceso reeducativo y liberador de nuestra realidad innata, como ser y como persona. Es como vaciar un cubo que ha sido llenado de basura. Rehabilitar nuestra autoestima es limpiar para recuperar nuestro espacio interior. Es sentirnos de nuevo a gusto en nuestra cotidianidad. Nos permite volver a Casa, volver a la conciencia del porqué de nuestra presencia en esta vida humana, en pleno corazón del universo. Re-conocerse a uno mismo descubrirse, reaprender a vivir, aceptarse en el momento presente, aquí y ahora, sabiéndose libre siempre de cambiar para evolucionar, aquello que nuestro propio corazón nos va dictando desde su autenticidad.
A continuación vas a descubrir o redescubrir, algunos pasos sencillos y útiles para recrear el sendero del respeto y la aceptación:
Deja de criticarte:
¡Decídete a dejar eso atrás! Simplemente Sé. Descubrirás que eres una persona maravillosa tal como eres hoy. Si leyendo esto te surgen pensamientos tales como: "sí, pero no habla de mí" o "si supiera las cosas tan feas que hay en mi", "no sabe lo mal que yo me porto"… entonces, no has aceptado todavía ver y entender que tú también eres una persona esencialmente maravillosa tal como eres ahora mismo con todas tus imperfecciones; sí, imperfecciones que existen en ti para que tú, y nadie más, las vayas corrigiendo a lo largo de tu vida. Si realmente estas haciendo todo lo que puedes para sanarte, para mejorar, como cada uno de nosotros en este planeta y este universo, en función de tus conocimientos de tu conciencia y al ritmo de tu propia evolución, entonces todo esta bien! Me amo y me acepto tal y como soy. Mi autoestima crece a cada instante"
Deja de asustarte:
¿Cuántas veces nos hemos imaginado lo peor en relación a un problema que tuviésemos? Somos seres responsables; nosotros elegimos qué pensar y como tratar las situaciones en nuestro cotidiano. ¡Aumentar, incrementar las que sean difíciles por pensamientos negativos puede resultar paralizante! Acaso hay alguien más que tú en tu propia cabeza? Naturalmente no. Entonces no podemos culpar a nadie de obligarnos a ser negativos o de pensar por nosotros mismos, pues nadie puede meterse en nuestra mente. Así vemos que podemos, sin que nadie nos lo pueda impedir, sustituir todo pensamiento negativo por otro más sano. La afirmación positiva es una herramienta poderosa que nos permite ver las cosas con más claridad. Esta toma de consciencia abre las puertas a la acción y libera considerablemente nuestro estado mental.
Se amable, cariñosa y paciente contigo misma:
La impaciencia es la mayor resistencia a la evolución, al cambio. Claro que nos equivocamos y cometemos errores. Esto es natural en todo ser. El proceso de transformación humano exige tropiezos facilitadores del cambio. La única forma de aprender es aceptar los errores. ¿Quien podría corregirse antes de haber identificado y aceptado la falta o la equivocación?
Nacemos conscientes de nuestra perfección innata y sintiéndonos merecedores de todo lo bueno. Nuestra autoestima está intacta. Después, empezamos a escuchar a los adultos que nos rodean y a grabar sus propios mensajes negativos en nuestro propio disco mental aun virgen de toda negatividad o falsa creencia alguna. Porque los amamos los consideramos y sin condiciones damos por hecho, en el principio de nuestra vida, que ellos tienen el monopolio de la verdad. Así empieza a menguar nuestra autoestima.
Ahora, comenzamos a negar nuestra propia magnificencia, renunciamos a nuestra autoestima. Aprendemos a sentirnos confusos con la vida y con nosotros mismos considerando, más que las nuestras, las reacciones de los adultos que nos rodean y enseñan. Es decir, si hemos vivido con personas desdichadas, coléricas, asustadizas, críticas, con sentimiento de culpa, y baja autoestima habremos escuchado y aprendido cosas negativas sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la vida.
La base de todo problema, malestar, sensación de no merecer lo bueno… es siempre la falta de amor por uno mismo (autoestima), el olvido de nuestra auténtica identidad, el rechazo inculcado de nuestro propio yo. De ahí en adelante, nos es muy difícil aceptarnos, pues llevamos dentro esas informaciones ajenas sobre quienes somos. Empezamos a creer en supuestos defectos, creencias que nos hacen caer poco a poco, en la imposibilidad de amarnos y aceptarnos tal como somos. Nuestra autoestima sigue menguando. A cada instante nos exigimos ser o alcanzar lo perfecto y si no lo conseguimos, nos auto-prohibimos el sentirnos felices y a gusto.
Pero ¿y quién a dicho que debamos de ser perfectos? ¿Acaso conoces a alguien perfecto?
El trabajo de recuperación de la autoestima, no es ni más ni menos que un proceso reeducativo y liberador de nuestra realidad innata, como ser y como persona. Es como vaciar un cubo que ha sido llenado de basura. Rehabilitar nuestra autoestima es limpiar para recuperar nuestro espacio interior. Es sentirnos de nuevo a gusto en nuestra cotidianidad. Nos permite volver a Casa, volver a la conciencia del porqué de nuestra presencia en esta vida humana, en pleno corazón del universo. Re-conocerse a uno mismo descubrirse, reaprender a vivir, aceptarse en el momento presente, aquí y ahora, sabiéndose libre siempre de cambiar para evolucionar, aquello que nuestro propio corazón nos va dictando desde su autenticidad.
A continuación vas a descubrir o redescubrir, algunos pasos sencillos y útiles para recrear el sendero del respeto y la aceptación:
Deja de criticarte:
¡Decídete a dejar eso atrás! Simplemente Sé. Descubrirás que eres una persona maravillosa tal como eres hoy. Si leyendo esto te surgen pensamientos tales como: "sí, pero no habla de mí" o "si supiera las cosas tan feas que hay en mi", "no sabe lo mal que yo me porto"… entonces, no has aceptado todavía ver y entender que tú también eres una persona esencialmente maravillosa tal como eres ahora mismo con todas tus imperfecciones; sí, imperfecciones que existen en ti para que tú, y nadie más, las vayas corrigiendo a lo largo de tu vida. Si realmente estas haciendo todo lo que puedes para sanarte, para mejorar, como cada uno de nosotros en este planeta y este universo, en función de tus conocimientos de tu conciencia y al ritmo de tu propia evolución, entonces todo esta bien! Me amo y me acepto tal y como soy. Mi autoestima crece a cada instante"
Deja de asustarte:
¿Cuántas veces nos hemos imaginado lo peor en relación a un problema que tuviésemos? Somos seres responsables; nosotros elegimos qué pensar y como tratar las situaciones en nuestro cotidiano. ¡Aumentar, incrementar las que sean difíciles por pensamientos negativos puede resultar paralizante! Acaso hay alguien más que tú en tu propia cabeza? Naturalmente no. Entonces no podemos culpar a nadie de obligarnos a ser negativos o de pensar por nosotros mismos, pues nadie puede meterse en nuestra mente. Así vemos que podemos, sin que nadie nos lo pueda impedir, sustituir todo pensamiento negativo por otro más sano. La afirmación positiva es una herramienta poderosa que nos permite ver las cosas con más claridad. Esta toma de consciencia abre las puertas a la acción y libera considerablemente nuestro estado mental.
Se amable, cariñosa y paciente contigo misma:
La impaciencia es la mayor resistencia a la evolución, al cambio. Claro que nos equivocamos y cometemos errores. Esto es natural en todo ser. El proceso de transformación humano exige tropiezos facilitadores del cambio. La única forma de aprender es aceptar los errores. ¿Quien podría corregirse antes de haber identificado y aceptado la falta o la equivocación?
Se cariñosa con tu mente:
Dejemos de culparnos y sentirnos culpables; pues la culpa solo busca el castigo, ¡nunca busca la solución!. Las experiencias sirven para aprender y superar, no para derribarnos. Por muy inteligente que sea un niño, va al colegio para aprender. Ningún maestro le pediría que llegue a clase para tomar su puesto.
Elógiate:
Cuando emprendas una nueva experiencia, no te critiques, elógiate por haberlo hecho lo mejor que pudiste en ese momento. Sé constante. Con elogiarte un par de veces no es suficiente.
* Pide ayuda: la mayoría de nosotros nos hemos criado en la creencia de que debemos hacer las cosas solos y sin pedir ayuda. Especialmente en los temas que tocan emociones, sentimientos, etc.… En lugar de intentar hacerlo todo solos, agotarnos y muchas veces no conseguirlo, la próxima vez pide ayuda.
Ama los rasgos que menos te gustan en ti:
Todos hemos hecho elecciones negativas en algún momento de nuestras vidas. Si nos enfadamos y/o castigamos por ello lo único que hacemos es perpetuarnos en esa elección. * Cuida tu cuerpo: la aceptación y el respeto por nosotros mismos, la autoestima, pasa necesariamente por el cuidado de nuestro cuerpo.
* Practica las afirmaciones: nuestras creencias crean nuestras experiencias. Nosotros elegimos qué pensar. Las afirmaciones positivas son formas de reprogramar nuestros pensamientos hacia otros más positivos y beneficiosos. Practica afirmaciones para fomentar tu autoestima.
Acéptate YA en este preciso instante:
No esperes a haber arreglado las cosas o a que los demás cambien para aceptarte y respetarte tal y como eres. El momento de poder está siempre en el presente, ahora.No estamos aquí para contentar a otras personas o para vivir conforme a sus directrices. Sólo podemos vivir a nuestra manera y caminar por nuestra propia senda. Cuando abandonemos el planeta no nos llevaremos a nuestra pareja, coche, casa, etc…, sino a nuestra capacidad de amar.
"Mi autoestima aumenta constantemente a partir de ahora"
Dejemos de culparnos y sentirnos culpables; pues la culpa solo busca el castigo, ¡nunca busca la solución!. Las experiencias sirven para aprender y superar, no para derribarnos. Por muy inteligente que sea un niño, va al colegio para aprender. Ningún maestro le pediría que llegue a clase para tomar su puesto.
Elógiate:
Cuando emprendas una nueva experiencia, no te critiques, elógiate por haberlo hecho lo mejor que pudiste en ese momento. Sé constante. Con elogiarte un par de veces no es suficiente.
* Pide ayuda: la mayoría de nosotros nos hemos criado en la creencia de que debemos hacer las cosas solos y sin pedir ayuda. Especialmente en los temas que tocan emociones, sentimientos, etc.… En lugar de intentar hacerlo todo solos, agotarnos y muchas veces no conseguirlo, la próxima vez pide ayuda.
Ama los rasgos que menos te gustan en ti:
Todos hemos hecho elecciones negativas en algún momento de nuestras vidas. Si nos enfadamos y/o castigamos por ello lo único que hacemos es perpetuarnos en esa elección. * Cuida tu cuerpo: la aceptación y el respeto por nosotros mismos, la autoestima, pasa necesariamente por el cuidado de nuestro cuerpo.
* Practica las afirmaciones: nuestras creencias crean nuestras experiencias. Nosotros elegimos qué pensar. Las afirmaciones positivas son formas de reprogramar nuestros pensamientos hacia otros más positivos y beneficiosos. Practica afirmaciones para fomentar tu autoestima.
Acéptate YA en este preciso instante:
No esperes a haber arreglado las cosas o a que los demás cambien para aceptarte y respetarte tal y como eres. El momento de poder está siempre en el presente, ahora.No estamos aquí para contentar a otras personas o para vivir conforme a sus directrices. Sólo podemos vivir a nuestra manera y caminar por nuestra propia senda. Cuando abandonemos el planeta no nos llevaremos a nuestra pareja, coche, casa, etc…, sino a nuestra capacidad de amar.
"Mi autoestima aumenta constantemente a partir de ahora"
Comentarios