LIMPIA TU CASA Y PRESÉRVALA
Tu casa es tu monasterio, el lugar donde te sientes a gusto, descansas, sueñas y amas. Tu refugio. Una extensión de tu cuerpo. Por ello, debes mantener en ella la paz, la tranquilidad y la armonía. Sin embargo, la limpieza y el orden son igual de importantes. Y, en este caso, hablamos de vibraciones negativas. Una casa desordenada y caótica es el reflejo de la mente de la persona que vive en ella. De una forma regular debemos tirar papeles viejos, cajas estropeadas, sanear los armarios y donar aquella ropa que ya no nos sirve. Tendemos a acumular y, curiosamente, no percibimos esta actitud hasta que un día nos sorprendemos de cuantas cosas guardamos que ya no forman parte de nuestras vidas. Se me olvidaba! Tira las flores marchitas y quemadlas velas que están a medias y, si conservas figuras de santos o marcos de fotos que están rotos o enseres parecidos, desásete de ellos, también. Las figuras de los santos las puedes dejar en la iglesia más cercana si piensas que el contenedor no es el mejor lugar donde depositarlas. Digamos, que las cosas rotas atraen malas vibraciones, aparte que su uso, lógicamente, ha llegado a su fin.
Mover los muebles es también un ejercicio muy recomendable. Ordenando, nuestra mente viaja y crea nuevas ideas y reubicando los muebles, le damos movimiento a nuestra existencia. Promovemos cambios, renacemos.
Las vibraciones que se han ido acumulando por la tensión, el estrés, la ira, la desesperanza, los problemas nuestros y ajenos, las disputas y /o fricciones en la casa, etc. , se depositan entre las paredes y suponen un peso que no nos permiten avanzar en todos los aspectos.
Esa negatividad suele posarse en las plantas y los animales, que la absorben como esponjas. De todos es sabido, que los gatos se ubican allí donde se acumulan estas malas energías. A veces, puede darse el caso que adelgace o enferme, aunque los más corriente son las afecciones en la piel. En general, los animales de pelo, mediatizan las malas vibraciones. Por ello cuando estamos tristes, cansados, irritados deberíamos abstenernos de pegarnos a ellos porque, sin querer, los "cargamos" de nuestros problemas, energéticamente hablando. Si observamos que tenemos los animales caseros tristes o apagados deberemos acudir al veterinario y, posteriormente, limpiar a fondo nuestra vivienda.
Una forma muy sencilla, para aquellas que no tienen animales, de saber dónde están localizadas estas energías es colocar un vaso de agua, durante toda una noche, en diferentes habitaciones, siempre debajo de los muebles. Preferiblemente en las esquinas. Si a la mañana siguiente observamos que el color del agua se ha oscurecido o el agua tiene muchas burbujas, sabremos, con certeza, que esa zona está cargada.
Procederemos a limpiar la zona quemando en un cenicero o un recipiente parecido hojas secas de romero, laurel, ruda o piedras de mirra. Si quieres una llama más fuerte, echa encima un chorrito de alcohol y enciende el fuego siempre con cerillas. Y aprovechando, podemos limpiar toda la casa. Sólo nos tomará unos minutos. Manteniendo todas las ventanas cerradas, cogeremos el recipiente y caminaremos de espaldas, partiendo de la habitación más alejada de la entrada principal, dejando que el sahumerio se lleve todo lo negativo desde el fondo de las habitaciones hacia fuera y así hasta llegar a la puerta de la casa.
Depositaremos el recipiente en el suelo y dejaremos que se acabe de quemar. Una vez el fuego se haya extinguido, tiraremos su contenido al wc y tiraremos tres veces de la cadena. Y abriremos, una tras otra, todas las ventanas.
Nuestra casa ya tiene otro aire.
Si eres creyente, cualquiera que sea tu religión, puedes, mientras haces la limpieza, ir recitando una y otra vez una oración que para ti sea cercana y cual cual te sientas identifiques .También se puede recitar un mantra o simplemente pedir que lo negativo se marche.
Esta limpieza es realmente eficaz y el mejor día para hacerla es el sábado, mejor hacia el atardecer. Sin embargo, la puedes realizar siempre que lo necesitéis o quieras.
Y, una muy buena idea es siempre tener una fuente de frutas a la vista en la cocina, flores blancas en el comedor o salón y en aquellas habitaciones habilitadas para el estudio o el trabajo, colocar un cuenco con agua y dentro un limón partido en dos. Son formas naturales de que nuestra casa disfrute de una buena salud ambiental, enraizarnos con la Naturaleza y cargarnos de fuerza.
Mover los muebles es también un ejercicio muy recomendable. Ordenando, nuestra mente viaja y crea nuevas ideas y reubicando los muebles, le damos movimiento a nuestra existencia. Promovemos cambios, renacemos.
Las vibraciones que se han ido acumulando por la tensión, el estrés, la ira, la desesperanza, los problemas nuestros y ajenos, las disputas y /o fricciones en la casa, etc. , se depositan entre las paredes y suponen un peso que no nos permiten avanzar en todos los aspectos.
Esa negatividad suele posarse en las plantas y los animales, que la absorben como esponjas. De todos es sabido, que los gatos se ubican allí donde se acumulan estas malas energías. A veces, puede darse el caso que adelgace o enferme, aunque los más corriente son las afecciones en la piel. En general, los animales de pelo, mediatizan las malas vibraciones. Por ello cuando estamos tristes, cansados, irritados deberíamos abstenernos de pegarnos a ellos porque, sin querer, los "cargamos" de nuestros problemas, energéticamente hablando. Si observamos que tenemos los animales caseros tristes o apagados deberemos acudir al veterinario y, posteriormente, limpiar a fondo nuestra vivienda.
Una forma muy sencilla, para aquellas que no tienen animales, de saber dónde están localizadas estas energías es colocar un vaso de agua, durante toda una noche, en diferentes habitaciones, siempre debajo de los muebles. Preferiblemente en las esquinas. Si a la mañana siguiente observamos que el color del agua se ha oscurecido o el agua tiene muchas burbujas, sabremos, con certeza, que esa zona está cargada.
Procederemos a limpiar la zona quemando en un cenicero o un recipiente parecido hojas secas de romero, laurel, ruda o piedras de mirra. Si quieres una llama más fuerte, echa encima un chorrito de alcohol y enciende el fuego siempre con cerillas. Y aprovechando, podemos limpiar toda la casa. Sólo nos tomará unos minutos. Manteniendo todas las ventanas cerradas, cogeremos el recipiente y caminaremos de espaldas, partiendo de la habitación más alejada de la entrada principal, dejando que el sahumerio se lleve todo lo negativo desde el fondo de las habitaciones hacia fuera y así hasta llegar a la puerta de la casa.
Depositaremos el recipiente en el suelo y dejaremos que se acabe de quemar. Una vez el fuego se haya extinguido, tiraremos su contenido al wc y tiraremos tres veces de la cadena. Y abriremos, una tras otra, todas las ventanas.
Nuestra casa ya tiene otro aire.
Si eres creyente, cualquiera que sea tu religión, puedes, mientras haces la limpieza, ir recitando una y otra vez una oración que para ti sea cercana y cual cual te sientas identifiques .También se puede recitar un mantra o simplemente pedir que lo negativo se marche.
Esta limpieza es realmente eficaz y el mejor día para hacerla es el sábado, mejor hacia el atardecer. Sin embargo, la puedes realizar siempre que lo necesitéis o quieras.
Y, una muy buena idea es siempre tener una fuente de frutas a la vista en la cocina, flores blancas en el comedor o salón y en aquellas habitaciones habilitadas para el estudio o el trabajo, colocar un cuenco con agua y dentro un limón partido en dos. Son formas naturales de que nuestra casa disfrute de una buena salud ambiental, enraizarnos con la Naturaleza y cargarnos de fuerza.
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